Eso de que 'las segundas partes nunca fueron buenas' creo que lo dijeron pensando en esta película, porque vaya tela, a La Puerta 2 no hay por donde cogerla.
Y eso que al principio (los primeros minutos) me emocioné al ver que en esta secuela se iba a optar por un terror algo mas adolescente, dejando así atrás ese toque más infantil de la primera película. pero mi emoción duro solo eso, unos minutos, por que después la película no se sabe muy bien en que dirección va.
La historia comienza varios años después de la primera parte (5, si mal no recuerdo) y ahora tenemos como protagonista principal a Terry (un adolescente Louis Tripp repite en el papel de Terry y además se despide de la actuación con este papel) el amigo de Glen, del cual no sabremos nada en esta secuela, ni de él, ni de su hermana Al, ni del resto de personajes de la primera parte (eso de que no expliquen que ha pasado con los personajes 'desaparecidos' es una cosa que odio de las secuelas) solo sabemos que su casa está abandonada y que es allí donde Terry pretende invocar de nuevo a los demonios, por que supuestamente ahora sabe como controlarlos y pretende usarlos para que cumplan su deseo, que no es otro que, que todo le vaya bien a su padre alcoholico. Por desgracia para él, un trio de macarrillas llegan para interrumpirle el ritual y lo único que consigue es atrapar a uno de los pequeños sirvientes demoniacos.
Gracias a este pequeño demonio, Terry y Liz (Pamela Adlon, la chica del grupo de macarras y novia del líder del grupo) consiguen que se les concedan sus deseos. Eso si, estos deseos tienen un tiempo limitado y tras un poco de tiempo se convierten en mierda (literalmente) y además provocan que los que hayan pedido los deseos tengan que pagar un alto precio convirtiéndose en demonios.
Y es aquí donde la película se va ya de madre y pierde el norte por completo, no sabe si quiere ser de terror, una comedia escatológica, un drama familiar...
Y después de todas las vueltas que da, en la recta final, la película se vuelve oscura y a veces hasta incomprensible con un 'viaje' al otro lado de la puerta con gente convertida en demonios y un intento de sacrificio para al final acabar con un final que es como si te mearan en toda la cara.
Decepcionante secuela, que no sabe que quiere ser, coge todos los errores que ya comenté de la primera entrega y no solo es que los repita si no que los aumenta y hace que la película gire en torno a ellos, haciendo que éste se convierta en algo pesado.
A nivel de FX, más de los mismo, para estar realizada varios años después de la original, parece que los efectos fueran de una década anterior, por ejemplo, algunos de los stop-motion, sobre todo en las escenas con más acción, tienen una barbaridad de motion blur que no te dejan ver nada de lo que pasa, supongo que, usado para tapar la carencia de frames o la mala animación, vete tú a saber.
Para no enrollarme más, una película muy aburrida, y ese es su mayor problema.
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